15 de agosto de 2022

SALMO 50:1-15 NVI

Salmo de Asaf.

Habla el Señor, el Dios de dioses:

convoca a la tierra de oriente a occidente.

Dios resplandece desde Sión,

la ciudad bella y perfecta.

Nuestro Dios viene, pero no en silencio;

lo precede un fuego que todo lo destruye,

y en torno a él ruge la tormenta.

Dios convoca a los cielos y a la tierra,

para que presencien el juicio de su pueblo:

«Reunidme a los consagrados,

a los que pactaron conmigo mediante un sacrificio».

El cielo proclama la justicia divina:

¡Dios mismo es el juez!Selah

«Escucha, pueblo mío, que voy a hablar;

Israel, voy a testificar contra ti:

¡Yo soy tu Dios, el único Dios!

No te reprendo por tus sacrificios

ni por tus holocaustos, que siempre me ofreces.

No necesito becerros de tu establo

ni machos cabríos de tus apriscos,

pues míos son los animales del bosque,

y mío también el ganado de los cerros.

Conozco a las aves de las alturas;

todas las bestias del campo son mías.

Si yo tuviera hambre, no te lo diría,

pues mío es el mundo, y todo lo que contiene.

¿Acaso me alimento con carne de toros,

o con sangre de machos cabríos?

¡Ofrece a Dios tu gratitud,

cumple tus promesas al Altísimo!

Invócame en el día de la angustia;

yo te libraré y tú me honrarás».