29 de agosto de 2022

SALMO 64 NVI

Al director musical. Salmo de David.

Escucha, oh Dios, la voz de mi queja;

protégeme del temor al enemigo.

Escóndeme de esa panda de impíos,

de esa caterva de malhechores.

Afilan su lengua como espada

y lanzan como flechas palabras ponzoñosas.

Emboscados, tiran contra el inocente;

le disparan sin temor y sin aviso.

Unos a otros se animan en sus planes impíos,

calculan cómo tender sus trampas;

y hasta dicen: «¿Quién las verá?»

Maquinan injusticias, y dicen:

«¡Hemos tramado un plan perfecto!»

¡Cuán incomprensibles son

la mente y los pensamientos humanos!

Pero Dios les disparará sus flechas,

y sin aviso caerán heridos.

Su propia lengua será su ruina,

y quien los vea se burlará de ellos.

La humanidad entera sentirá temor:

proclamará las proezas de Dios

y meditará en sus obras.

Que se regocijen en el Señor los justos;

que busquen refugio en él;

¡que lo alaben todos los de recto corazón!