6 de agosto de 2022

SALMO 41 NVI

Al director musical. Salmo de David.

Dichoso el que piensa en el débil;

el Señor lo librará en el día de la desgracia.

El Señor lo protegerá y lo mantendrá con vida;

lo hará dichoso en la tierra

y no lo entregará al capricho de sus adversarios.

El Señor lo confortará cuando esté enfermo;

lo alentará en el lecho del dolor.

Yo he dicho:

«Señor, compadécete de mí;

sáname, pues contra ti he pecado».

Con saña dicen de mí mis enemigos:

«¿Cuándo se morirá?

¿Cuándo pasará al olvido?»

Si vienen a verme, no son sinceros;

recogen calumnias y salen a contarlas.

Mis enemigos se juntan y cuchichean contra mí;

me hacen responsable de mi mal. Dicen:

«Lo que le ha sobrevenido es cosa del demonio;

de esa cama no volverá a levantarse».

Hasta mi mejor amigo, en quien yo confiaba

y que compartía el pan conmigo,

me ha puesto la zancadilla.

Pero tú, Señor, compadécete de mí;

haz que vuelva a levantarme

para darles su merecido.

En esto sabré que te he agradado:

en que mi enemigo no triunfe sobre mí.

Por mi integridad habrás de sostenerme,

y en tu presencia me mantendrás para siempre.

Bendito sea el Señor, el Dios de Israel,

por los siglos de los siglos.

Amén y amén.