22 de julio
SALMO 26 NVI
Salmo de David.
Hazme justicia, Señor,
pues he llevado una vida intachable;
¡en el Señor confío sin titubear!
Examíname, Señor; ¡ponme a prueba!
purifica mis entrañas y mi corazón.
Tu gran amor lo tengo presente,
y siempre ando en tu verdad.
Yo no convivo con los mentirosos,
ni me junto con los hipócritas;
aborrezco la compañía de los malvados;
no cultivo la amistad de los perversos.
Con manos limpias e inocentes
camino, Señor, en torno a tu altar,
proclamando en voz alta tu alabanza
y contando todas tus maravillas.
Señor, yo amo la casa donde vives,
el lugar donde reside tu gloria.
En la muerte, no me incluyas
entre pecadores y asesinos,
entre gente que tiene las manos
llenas de artimañas y sobornos.
Yo, en cambio, llevo una vida intachable;
líbrame y compadécete de mí.
Tengo los pies en terreno firme,
y en la gran asamblea bendeciré al Señor.