5 de noviembre de 2022

SALMO 132 NVI

Señor, acuérdate de David
y de todas sus penurias.
Acuérdate de sus juramentos al Señor,
de sus votos al Poderoso de Jacob:
«No gozaré del calor del hogar,
ni me daré un momento de descanso;
no me permitiré cerrar los ojos,
y ni siquiera el menor pestañeo,
5antes de hallar un lugar para el Señor,
una morada para el Poderoso de Jacob».
 
En Efrata oímos hablar del arca;
dimos con ella en los campos de Yagar:
«Vayamos hasta su morada;
postrémonos ante el estrado de sus pies».
 
Levántate, Señor; ven a tu lugar de reposo,
tú y tu arca poderosa.
¡Que se revistan de justicia tus sacerdotes!
¡Que tus fieles canten jubilosos!
Por amor a David, tu siervo,
no le des la espalda a tu ungido.
 
El Señor le ha hecho a David
un firme juramento que no revocará:
«A uno de tus propios descendientes
lo pondré en tu trono.
Si tus hijos cumplen con mi pacto
y con los estatutos que les enseñaré,
también sus descendientes
te sucederán en el trono para siempre».
 
El Señor ha escogido a Sión;
su deseo es hacer de este monte su morada:
«Este será para siempre mi lugar de reposo;
aquí pondré mi trono, porque así lo deseo.
Bendeciré con creces sus provisiones,
y saciaré de pan a sus pobres.
Revestiré de salvación a sus sacerdotes,
y jubilosos cantarán sus fieles.
 
»Aquí haré renacer el poder de David,
y encenderé la lámpara de mi ungido.
A sus enemigos los cubriré de vergüenza,
pero él lucirá su corona esplendorosa».