24 de octubre de 2022

SALMO 119:1-32 NVI

Álef
 Dichosos los que van por caminos perfectos,
los que andan conforme a la ley del Señor.
Dichosos los que guardan sus estatutos
y de todo corazón lo buscan.
Jamás hacen nada malo,
sino que siguen los caminos de Dios.
Tú has establecido tus preceptos,
para que se cumplan fielmente.
¡Cuánto deseo afirmar mis caminos
para cumplir tus decretos!
No tendré que pasar vergüenzas
cuando considere todos tus mandamientos.
Te alabaré con integridad de corazón,
cuando aprenda tus justos juicios.
Tus decretos cumpliré;
no me abandones del todo.
 
Bet
¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra?
Viviendo conforme a tu palabra.
Yo te busco con todo el corazón;
no dejes que me desvíe de tus mandamientos.
En mi corazón atesoro tus dichos
para no pecar contra ti.
¡Bendito seas, Señor!
¡Enséñame tus decretos!
Con mis labios he proclamado
todos los juicios que has emitido.
Me regocijo en el camino de tus estatutos
más que en todas las riquezas.
En tus preceptos medito,
y pongo mis ojos en tus sendas.
En tus decretos hallo mi deleite,
y jamás olvidaré tu palabra.
 
Guímel
Trata con bondad a este siervo tuyo;
así viviré y obedeceré tu palabra.
Ábreme los ojos, para que contemple
las maravillas de tu ley.
En esta tierra soy un extranjero;
no escondas de mí tus mandamientos.
A toda hora siento un nudo en la garganta
por el deseo de conocer tus juicios.
Tú reprendes a los insolentes;
¡malditos los que se apartan de tus mandamientos!
Aleja de mí el menosprecio y el desdén,
pues yo cumplo tus estatutos.
Aun los poderosos se confabulan contra mí,
pero este siervo tuyo medita en tus decretos.
Tus estatutos son mi deleite;
son también mis consejeros.
 
Dálet
Postrado estoy en el polvo;
dame vida conforme a tu palabra.
Tú me respondiste cuando te hablé de mis caminos.
¡Enséñame tus decretos!
Hazme entender el camino de tus preceptos,
y meditaré en tus maravillas.
De angustia se me derrite el alma:
susténtame conforme a tu palabra.
Mantenme alejado de caminos torcidos;
concédeme las bondades de tu ley.
He optado por el camino de la fidelidad,
he escogido tus juicios.
Yo, Señor, me apego a tus estatutos;
no me hagas pasar vergüenza.
Corro por el camino de tus mandamientos,
porque has ampliado mi modo de pensar.