9 de octubre de 2022

SALMO 104:1-23 NVI

¡Alaba, alma mía, al Señor!
 
Señor mi Dios, tú eres grandioso;
te has revestido de gloria y majestad.
Te cubres de luz como con un manto;
extiendes los cielos como un velo.
Afirmas sobre las aguas tus altos aposentos
y haces de las nubes tus carros de guerra.
¡Tú cabalgas sobre las alas del viento!
Haces de los vientos tus mensajeros,
y de las llamas de fuego tus servidores.
 
Tú pusiste la tierra sobre sus cimientos,
y de allí jamás se moverá;
la revestiste con el mar,
y las aguas se detuvieron sobre los montes.
Pero a tu reprensión huyeron las aguas;
ante el estruendo de tu voz se dieron a la fuga.
Ascendieron a los montes,
descendieron a los valles,
al lugar que tú les asignaste.
Pusiste una frontera que ellas no pueden cruzar;
¡jamás volverán a cubrir la tierra!
 
Tú haces que los manantiales
viertan sus aguas en las cañadas,
y que fluyan entre las montañas.
De ellas beben todas las bestias del campo;
allí los asnos monteses calman su sed.
Las aves del cielo anidan junto a las aguas
y cantan entre el follaje.
Desde tus altos aposentos riegas las montañas;
la tierra se sacia con el fruto de tu trabajo.
Haces que crezca la hierba para el ganado,
y las plantas que la gente cultiva
para sacar de la tierra su alimento:
el vino que alegra el corazón,
el aceite que hace brillar el rostro,
y el pan que sustenta la vida.
Los árboles del Señor están bien regados,
los cedros del Líbano que él plantó.
Allí las aves hacen sus nidos;
en los cipreses tienen su hogar las cigüeñas.
En las altas montañas están las cabras monteses,
y en los escarpados peñascos tienen su madriguera los tejones.
 
Tú hiciste la luna, que marca las estaciones,
y el sol, que sabe cuándo ocultarse.
Tú traes la oscuridad, y cae la noche,
y en sus sombras se arrastran los animales del bosque.
Los leones rugen, reclamando su presa,
exigiendo que Dios les dé su alimento.
Pero al salir el sol se escabullen,
y vuelven a echarse en sus guaridas.
Sale entonces la gente a cumplir sus tareas,
a hacer su trabajo hasta el anochecer.