El comportamiento codependiente es depender emocionalmente de otra persona. A menudo surge de experiencias difíciles o disfuncionales en el desarrollo temprano, pero no se limita a estas. Beattie, M. definió la conducta codependiente como aquellos que permiten que su vida sea afectada por el comportamiento de otra persona y están obsesionados con controlarla. Este tipo de relación genera desgaste emocional, físico, social y espiritual. Aquí te ayudamos a identificar si estás en una relación codependiente y te damos sugerencias para sanar. Es importante recordar que nuestro Padre Celestial nos exhorta a ser libres: “…y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” Juan 8:32. Las personas con características de codependencia pueden manifestar los siguientes comportamientos:
• Sentir un gran temor al abandono, lo que los lleva a aferrarse a otros, incluso cuando la relación les cause dolor.
• Estar casi totalmente centradas en la persona con la que mantienen la relación.
• Mostrar dificultad para reconocer y expresar sus emociones.
• Valorar su autoestima en función de la opinión de los demás.
• Dar mayor importancia a las necesidades de los demás que a las propias, asumiendo la responsabilidad por las acciones de los demás.
• Presentar dificultades para establecer límites en las relaciones.
Es fundamental recordar que cada individuo es responsable de sus propias acciones. Tanto usted como la otra persona son responsables de sus decisiones, usted por continuar en una relación perjudicial, y la otra persona por las elecciones que hace. No es su responsabilidad salvar a la otra persona. El profeta Jeremías, en el capítulo 31 versículo 30, destaca la responsabilidad individual en cuanto a las decisiones personales: “Cada persona será responsable de sus propios actos. En otras palabras, cada uno pagará por sus propias transgresiones” (Traducción en Lenguaje Actual). La Escritura es clara al indicar que cada individuo es responsable de sus propias acciones y no puede asumir la responsabilidad de los actos de otros: “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí” Romanos 14:12, RVR.
Algunas experiencias vividas pueden llevar al desarrollo de comportamientos codependientes. Por lo tanto, es crucial cerrar esas situaciones pasadas para encontrar paz y desarrollar relaciones saludables. Las personas con procesos emocionales no resueltos pueden tener dificultades para reconocer sus sentimientos. Es importante animarse a identificar los temores guardados, provocados por el dolor, la traición, el abandono, entre otros factores. Estos temores pueden llevar a experimentar miedo al abandono, al rechazo, a no ser considerados o a no sentirse importantes para los demás.
El perdón es esencial para la sanidad. Perdonar no es un favor hacia otra persona, sino una liberación de la propia  experiencia dolorosa. Perdonar significa disculpar a alguien que nos ha ofendido o ignorar su falta. En la Biblia, la palabra griega que se traduce como “perdonar” significa literalmente “dejar pasar”, similar a cuando una persona deja de exigir el pago de una deuda. Jesús ilustró esto en Mateo 18:23-35 mediante la parábola del esclavo que no mostró misericordia. Perdonar implica cancelar una deuda.
El perdón es una decisión, no una emoción. La persona que te hirió también puede ser víctima de sus propios problemas. ¡Elige ser libre! Entrégale ese dolor al Señor. Perdonar no significa aprobar la ofensa o dejar que otros se aprovechen de ti; incluso algunas relaciones no se podrán retomar. Otro aspecto esencial para superar la codependencia es la comunicación asertiva. La comunicación asertiva abarca varios aspectos importantes, incluyendo dos puntos determinantes (adaptados de Salvador Minuchin): 1. Establecer límites claros: implica definir personalmente lo que se está dispuesto a hacer y lo que no, así como determinar lo que se va a permitir y lo que no. Consiste en establecer normas para diferentes tipos de relaciones, ya sean amistosas, sentimentales, parentales o laborales. Una vez definidos estos límites, es esencial comunicarlos a la otra persona cuando sea necesario, para que esta tenga conocimiento de las reglas establecidas. 2. Decir NO: implica darse el permiso de reconocer que no es necesario estar siempre disponible para ayudar a los demás, ni decir siempre sí. Se trata de tener derechos que deben ser respetados por los demás, y asegurarse de hacerlos respetar.
¿Qué no se considera comunicación asertiva?
➢ Forzar mi opinión sobre otros.
➢ Esperar que los demás actúen según mis deseos.
➢ Insultar a los demás.
➢ Manipular a los demás
➢ Hacer lo que los otros quieren para evitar conflictos
La Biblia establece el orden del amor indicando que primero se debe amar a Dios, luego a uno mismo para posteriormente amar a los demás como nos amamos a nosotros mismos. Si no se desarrolla el amor propio, las relaciones interpersonales pueden ser conflictivas. “El más importante es: “Oye, Israel. El Señor nuestro Dios es el único Señor—contestó Jesús—. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos” Marcos 12:29-31
Es posible encontrar más información sobre el tema en el libro “Ya no seas Codependiente”.