No sé tú, pero cuando miro fotos Viejas que me tomé en los 70, no me la creo. Allí estoy mostrando mi maravilloso cuello ancho, unos estampados salvajes, pantalones campana, y unas botas de cuero bien chulas. ¡Y ni sigo con mi corte de pelo! En aquel tiempo yo creía que vestía a la moda, pero el sólo hecho de mirar hacia atrás nos damos cuenta qué tan anticuados éramos, y cómo algunos estilos no pasan la prueba del tiempo.

Lo mismo sucede con el discipulado. Se han desarrollado cantidad de métodos distintos y tendencias. Algunas personas han avanzado en su propio modelo y menospreciado el de otros, pero esta no es la mejor forma. Yo quiero, que nosotros los Wesleyanos elijamos ser un movimiento, en vez de depender de solo una forma de hacer las cosas.

Entonces, consideremos lo que deben ser los elementos necesarios que se necesitan para cualquier modelo de discipulado efectivo. Por lo menos, estas cuatro dinámicas deben de incluirse:

1. Relación – las personas hacen discípulos, y cualquier material o reuniones de discipulado efectivas tendrán su objetivo en que estas relaciones se lleven a cabo y brillen. El contexto esencial del discipulado es hablar con cada persona acerca de nuestra relación con Jesús, no importa en donde te ubiquen, ya sea un grupo de rendición de cuentas, una clase, el seminario, o un grupo comunitario. La relación importa más que el tamaño.

2. Oración – asegúrate de siempre incluir a Dios en la conversación. Si nunca hablas con Dios directamente en el contexto de una relación de discipulado, entonces te vuelves muy “yo-soy el centro” y limitas la efectividad del discipulado. Entonces aquellos que son más maduros en la fe o más apasionados por la oración no modelan o animan a aquellos que se sienten más novatos. Y honestamente, si no podemos orar juntos en una relación de discipulado, entonces ¿A dónde podemos orar?

3. Biblia – el abrir la Escritura inspirada por Dios vuelve una relación en discipulado. En vez de meramente expresar opiniones uniformes, juntos buscamos la sabiduría de la Palabra de Dios. Si tienes una relación donde oras y lees la Biblia, tienes allí el inicio del discipulado. Y el cuarto punto esencial…

4. Multiplicación – una relación de discipulado es una carretera abierta. El propósito es que cada persona discipulado pueda asir de la comisión dada por el Señor e inicie a discipular a otros. Si te quedas con las mismas relaciones y nunca creas nuevas relaciones que permitan un discipulado, entonces has llegado a un callejón sin salida espiritual. Es tiempo que te liberes y te multipliques en otro discípulo, en nuevos grupos, en nuevas congregaciones.

Cuando hablamos de “discipulado y multiplicación” estas al final no son dos cosas distintas; están interrelacionadas con la meta del evangelio. Nosotros, en La Iglesia Wesleyana, nos encontramos en una estación renovada de enfoque en el discipulado. Deseamos que el proceso de membrecía sea un punto de entrada para el discipulado de todos aquellos que buscan no solo creer en Jesucristo, pero también quieren pertenecer a la familia de la fe que les ayuda a ser todo lo que Dios tiene para ellos. Quiero animarte a explorar todos los recursos disponibles para el acto de pertenecer que te van a ayudar llevar a cabo esto en Wesleyan.org.