Ex misioneros y socio global a Balkans John y Linda * sirvieron en el extranjero durante dos años y medio. Vieron la necesidad de trabajar y compartir el Evangelio a los pueblos marginados en Europa. Grupos no alcanzados (UPG) Grupos étnicos o etnolingüística donde menos del 5 por ciento de la población se hacen llamar Cristianos. La mayoría de los cristianos de América del Norte creen que la única manera de ministrar y compartir el Evangelio con los pueblos marginados es viajando al extranjero como John y Linda. Sin embargo, John y Linda continuaron ministrando a un mismo grupo de personas no alcanzadas cuando volvieron a los Estados Unidos. De hecho, encontraron casi 1.000 personas del mismo grupo no alcanzadas dentro de la comunidad en la que viven actualmente. Ellos dicen, “La construcción de relaciones (con inmigrantes UPG) es la clave, juntar para comer o tomar una bebida refrescante parece funcionar. El hecho de hablar poder hablar su idioma materno también ha sido de gran ayuda. El simple hecho de saber quiénes son y lo que les gusta ha tenido grandes resultados”. Ahora más que nunca, utilizan su experiencia en el extranjero para comunicarse con el mismo grupo de personas aquí en los Estados Unidos Norte América. “Existe una profunda necesidad de alcanzar a las personas no alcanzadas en los Estados Unidos de Norte América, y el hecho de que ahora ellos vengan acá, es una gran oportunidad para que nosotros podamos alcanzarlos.”
La palabra misiones a menudo nos hace pensar en enviar gente al extranjero, sin embargo, al igual que el caso de John y Linda, una nueva manera de compartir el evangelio con la gente del extranjero ahora se puede hacer en casa. A través de la migración y el movimiento de los pueblos, la iglesia de América del Norte ha sido capaz de compartir el evangelio con los grupos de personas marginadas (UPG). Antes cuando una persona quería servir a los pueblos no alcanzados tenía que trasladarse al extranjero; Sin embargo, con la globalización y la migración el concepto de “extranjero”, simplemente se puede ver como pisar su patio vecino.
El Reverendo Steve Strand, miembro del DBA y director del Distrito Global Partners, sabe lo que es compartir el evangelio con las personas que previamente sólo se han alcanzado en el extranjero. Sin embargo, mientras él ha estado en Nueva York, él ha aprovechado el hecho de tener acceso a los grupos de personas que nunca han escuchado el Evangelio. Actualmente, está trabajando con un grupo de inmigrantes de Latino América y ha desarrollado un programa llamado Apollo Urbano. Su visión es “Moverse a Buffalo, Nueva York para trabajar entre los refugiados de los Birmanos, Somalia y otros grupos de personas. Hemos visto una gran necesidad de esto y ahora estamos trabajando en ello.”
Existen nuevas oportunidades de ministerio a causa de la migración en los Estados Unidos, pero esto es más que una oportunidad doméstica. A unas 5000 millas de los Estados Unidos, vive una pareja que se trasladó a servir y ministrar a un grupo de personas no alcanzadas que emigran a un país Europeo. Jessica y Kevin * han sido llamados a servir a los que han huido de su país de origen con el fin de tener una vida mejor. Con sólo 15 creyentes en su área, Kevin y Jessica han visto la necesidad de compartir el evangelio con la gente que vive allí. A través de la creación de redes con otras iglesias que están tratando de llegar al mismo grupo de personas, Jessica y Kevin han aprendido la mejor forma de llegar y construir relaciones con la UPG. “En los 9 meses que hemos estado aquí, hemos construido algunas amistades, hemos convivido con ellos tomando el té y comiendo juntos, y Dios nos ha dado la oportunidad de compartir el Evangelio y regalar una Biblia en la lengua materna de la persona. Construyendo relaciones con la gente esprobablemente lo más gratificante para nosotros ya que nos encanta estar rodeados de gente.” Ellos han encontrado la gran conexión que tiene una narrativa compartida con ser un inmigrante. Algunos de los objetivos a largo plazo que tienen son movilizar a los creyentes a regresar a sus hogares con fines evangélicos, disipulando y formando a los creyentes, que faciliten pequeños grupos que les permiten conectarse a otras iglesias.
Al compartir con la diversa población de Atenas, el Apóstol Pablo hizo una declaración importante relacionada con la voluntad de Dios y las naciones. “Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.”(Hechos 17:26-27).” Los migrantes internacionales representan el 3 por ciento de la población en el mundo (238 millones de personas). Los Estados Unidos es el mayor país receptor de inmigrantes; recibiendo casi el 20 por ciento de la población migrante en el mundo. ¿Sera pues que Dios ha traído al mundo a nuestra puerta para que pudiéramos recibir, servir y ministrar a los pueblos no alcanzados del mundo? Actualmente hay 361 grupos de personas marginadas que viven en Estados Unidos y nosotros somos llamados a buscarlos y ayudarlos a conocer la verdad del Dios que los ama y los está buscando. Misiones está cambiando.; Hace 100 años tuvo que darle la vuelta al mundo, hoy en día solo se necesita caminar por la ciudad de un lado al otro
*Los nombres han sido cambiados para proteger la identidad de los misioneros
