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Para muchas familias de inmigrantes de primera generación, la brecha del idioma entre Ingles y Español no es un nuevo obstáculo. Para la pastora Rosa Aguilar de la Casa de Refugio iglesia en Evansville, IN, sin embargo, esta división también es evidente entre generaciones de inmigrantes de primera generación y sus hijos de segunda generación. Muchos niños en su comunidad a menudo crecen aprendiendo Inglés en las escuelas, mientras que sus habilidades de habla hispana se dejan sin desarrollar. Esto representa un problema debido a que los niños de segunda generación se convierten en el medio que sus padres utilizan como una forma de comunicación con los demás. Comparte la pastora Rosa: “Tenemos niños de 7-12 años de edad ayudando a sus padres en los asuntos que son demasiado complicados para que ellos los entiendan”

La pastora Rosa Aguilar sabe lo que se siente al entrar en un país sin tener un conocimiento básico de la cultura o el idioma. La pastora Rosa ha viajado más de 2,000 millas para llegar al lugar que Dios la ha llamado a trabajar en el ministerio y servir a los que están en la situación en la que una vez ella estuvo nació en Santa Ana, El Salvador eh emigró a los Estados Unidos en 1997. Ella sabe por experiencia de primera mano lo que se siente al pasar por el complejo proceso de inmigración. Ahora que ella es un residente permanente, su deseo es ayudar a aquellos que están pasando por la misma situación, independientemente de donde han emigrado

La pastora Rosa quiere ofrecer clases de español para niños inmigrantes, no sólo para que dominen los dos idiomas, pero para sean capaces de utilizar con eficacia los dos idiomas en la lectura y la escritura. A través de este ministerio, tiene una mayor probabilidad de llegar a los que no han oído hablar de Dios y de reducir la brecha entre los inmigrantes de primera generación y sus hijos de segunda generación.

Erick es un niño de 8 años edad del cual a Pastora Rosa habla con gran pasión. Con el fin de ayudar a sus familias y el traduce del Ingles al Español, y después en dialecto (el idioma actual) que principalmente habla su familia. Sin la ayuda de la Pastora Rosa con el español para Erick, este medio necesario de comunicación y el vínculo familiar puede perderse entre el inmigrante de primera generación y los hijos de segunda generación. De una manera muy real, la Pastora Rosa está viviendo el principio santo que el apóstol Pablo enseño a su discípulo Timoteo: ” Tú has oído lo que les he enseñado a muchas personas. Ahora quiero que enseñes eso mismo…, y que sean capaces de enseñar a otros. (2 Timoteo 2:02).” La Pastora Rosa interactúa constantemente con Erick y su familia, y él es solo uno de los muchos niños que pueden tener un impacto exponencial en sus familias, sus comunidades y sus iglesias. “Puedo ver cuanta necesidad hay de personas bilingües y sé que esto no disminuirá en el futuro. Mi esperanza es preparar a los niños para esto y usar estos dones para glorificar al Señor”.

Hay innumerables maneras de interactuar, aprender y servir a las familias de los inmigrantes en nuestras comunidades. La Pastora Rosa y la iglesia Casa de Refugio han encontrado que una de las mejores maneras de hacerlo es a través de ministrar a los niños inmigrantes y proveer tutoría con el idioma. A través de esta iglesia que le da la bienvenida al inmigrante, varias personas han puesto su fe en Jesús, han sido bautizadas, y familias enteras están siendo transformadas por la gracia y el amor de Dios.