(English translation below)

Si nos ponemos a meditar en el privilegio que tenemos de poder mirar, y no solo el mirar sino que podemos ver las diferentes tonalidades de los colores es algo mágico y maravilloso.

De igual manera es la vida del ser humano, la podemos mirar de diferentes colores y esto tiene que ver muchas veces de cómo estén nuestras circunstancias y todo lo que nos rodea.

Si tenemos un buen día puede ser que miremos todo de color rosa, si es tu color preferido o morado, o el que sea, sin embargo, la vida nos presenta varios panoramas muchos de ellos a veces no tan placenteros, tristeza, dolor, soledad, otras veces estas animada, ves que ese día te puedes comer el mundo con todo lo que está a tu alrededor.

Ahora que es lo más importante de esto, es que todos vamos a mirar la vida de diferentes colores, ya que todos tenemos diferentes procesos, etapas, circunstancias a nuestro alrededor ya que somos únicas, y como tal así es nuestra vida.

Lo más importante de cómo miremos la vida es nuestra actitud hacia nosotras mismas, hacia los demás pero mayor es hacia nuestro creador.

La vida es diferentes para cada una de nosotros, ya sea por cultura, raza, pero lo más importante es que a veces vemos nublado, borroso y es porque estamos viendo con nuestro ojos y no permitimos que nuestro creador sea el que nos ayude a mirar lo que El está deseando que miremos.

Así como los colores se mezclan unos entre si y producen tonos diferentes, así es la vida, nuestra familia, hijos, amigos, son esa unión que viene a la vida para producir un color diferente, la diferencia es que a veces tu y yo podemos hacer la diferencia de cómo saldrá ese color, con nuestra actitud.

No nos enfoquemos en un color porque entonces no podremos mirar las cosas, personas,  y la creación hermosa que nos rodea.

Enfoquémonos en aquel que nos permitirá mirar las cosas a la manera de El, nuestro Dios. Si qué difícil es cuando las cosas están mal, cuando las cosas no me salen bien, cuando parece que todo va al revés de lo planeado, pero detente, respira, páusate, y inicia con pasos firmes, sin temor de lo que viene, por un momento estará negro, oscuro, nublado pero recuerda pronto pasara, la tormenta llega pero al final llegara la calma. Descansa y reposa en aquel que solo puede darte reposo.

 

***

 

Being able to see is truly a privilege, and not only just seeing, but having the ability to differentiate between different shades of colors is a wonderful miracle. Our lives as humans can been seen as an array of vivid colors as we live through the various experiences and circumstances which surround us.

Depending on our individual experiences, we might be able to label each day differently. We may say that a good day is rosy or like bright yellow sunshine. We could also say a sad day is blue or drab. Fun days might be lime green or a pretty violet. Normally life presents us with a panorama of colors that manifest through a plethora of feelings and emotions, that animate us every day, as we take on the world around us. Many times, this also includes difficult feelings like sadness, pain, fear and loneliness.

We often get stuck when looking at life through colored lenses, and these become our personal way to see the world around us. We see each process, stage and circumstance through our very personal lens, and our life is reduced to our attitudes towards ourselves and others. The only way to enlarge our vision is to look at our lives through the lens of our Creator.

Every life is different because of the differences in our respective cultures, races, experiences, circumstances, opportunities and classes. Through our simple, personal lenses, our vision often seems cloudy or blurry when we look into the lives of others. We close our eyes to what the Creator sees and what he really wants to help us to see.

Just looking around at our families and friends we see that all of our colors blend together and produce beautiful new tones; our lives unite to allow us to see God and his amazing spectrum of humanity, his masterpiece of color.

If we only see the world through our personal lens, through our personal construct, through our individual shade, then we miss out on most of the beautiful creation that surrounds us.

So instead, let us focus first on the One who will allow us to look at things through the Artist’s eyes. When things do not seem to be right, when things seem difficult, when things do not seem to be fair: stop, breathe, relax. Then start again with steady steps, confident that the Creator knows what is coming. There will be black clouds, darkness, very gray times, but remember it will pass. The storm arrives but in the end the calm will come. Rest and rest in him who can only give you rest.

Read the original post at Annesley Writers Forum.